Los estilos sociales.

Los estilos sociales son tendencias en la forma de reaccionar y relacionarse de las personas

Los estilos sociales surgen porque tenemos que conseguir el apoyo social de los demás, para ser tenidos en cuenta, para ser reconocidos por la sociedad.

No son rasgos de personalidad, ni son necesariamente estables. Tomar conciencia de ellos nos ayudará a conocernos mejor y a entender mejor el por qué de algunas conductas que con frecuencia nos descuadran.

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Este modelo, viene a combinar la predominancia emocional o racional (representada en el eje vertical) con la extroversión introversión (eje horizontal).

Así la combinación de una persona podrá representar cuatro grandes posiciones:

  1. Emocional y extrovertido. Posición a la que hemos denominado Emprendedor
  2. Racional e introvertido: Analítico, en la perpendicular del Emprendedor.
  3. Racional y extrovertido: Controlador
  4. Emocional e introvertido: Facilitador

Este método fue diseñado en 1917 como resultado de la incorporación de EE. UU. a la primera Guerra Mundial para, de forma fácil, rápida y fiable, poder identificar conductas y preseleccionar directamente desde una fila de recluta.  Aquella herramienta original debía resolver el problema de 1.000.000 de hombres a la espera en las colas de reclutamiento con la inmediatez de la incorporación inmediata a una guerra.

El método, trata de ayudar a la gente. Puede suceder que dos personas de un mismo estilo no se entiendan y se caigan mal, o que no entiendan a las de su estilo opuesto. La importancia de los estilos sociales es la capacidad de hacer entendible la diversidad entre personas aparentemente iguales.

No podemos olvidar que son tendencias, no son algo rígido, ni son estereotipos. En este texto vamos a exagerarlos un poco para comprenderlo mejor y poder llegar a entender que normalmente los enfrentamientos vienen de “No entender el estilo del otro”.

Estos adjetivos que hemos empleado para definirles tratan de evitar la carga tradicional que nos lleva a definir al otro por la parte que menos entendemos o toleramos de él y nos aporta etiquetas que pretenden ser neutras y que contienen en sí, características positivas y características mejorables en cada uno de los casos.

  • Diferenciará la conducta racional por su actitud reflexiva, su actuar más meditado y basado en normas o principios objetivos.
  • La conducta emocional por actitudes menos previsibles, a veces más viscerales o más afectuosas, sin necesidad de un marco previo que justifique el actuar, ni disponer de información específica en la que basarse racionalmente.
  • La extroversión y la introversión se verán en comportamientos más orientados hacia fuera o hacia adentro, pudiendo a menudo confundirse con la timidez o el comportamiento menos expresivo y menos dominante

Estos cuatro estilos sociales se forjan durante la infancia entre los 3 y los 7 años y condicionan aspectos muy básicos en los que las personas centrarán su forma de conseguir sus objetivos.

Todos los estilos tienen sus luces y sus sombras. Ninguno somos perfecto, de hecho, es prácticamente imposible ser arriesgado y fiable, o lanzado y prudente, o rápido y preciso, o afectuoso y frío. La idea es reconocer los pequeños detalles que te ayudarán a identificarlos y trabajar con ellos de forma más efectiva.

No hay ningún estilo mejor que otro, ni tampoco es frecuente encontrarlos en estados puros, pero su aprendizaje te ayudará mucho a identificar los principales rasgos y también aquellas capacidades para las que será más capaz la persona seleccionada.

A continuación, te presentamos una serie de ejercicios para que reflexiones, practiques y te familiarices con el modelo. Al final encontrarás las soluciones.

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