Una negociación siempre conlleva tensión, siempre te estás sentando delante de otro y estás en la tensión de 2 seres primitivos que creen de una u otra forma que no deben de perder, que tienen que defender su interés y cuando el lenguaje entra en esa situación se produce el fenómeno de su degradación:
- Un término positivo la otra persona lo escucha en neutro, se degrada.
- Un término neutro la otra persona lo escucha en negativo.
- Un término negativo la otra persona lo escucha en erupción de conflicto o doble negativo
Cuando tú hablas muy técnica y correctamente dices «tenemos que gestionar» parece un término neutro, pero es muy fácil que el otro entienda , «Van a recortar». Si se te ocurre decir tenemos que optimizar que es un término «neutro» en gestión, será negativo para el trabajador porque de alguna manera siente que consideras que no lo está haciendo de manera óptima, por lo tanto, él está entendiendo, «me van a quitar»…
Es recomendable que pienses de manera muy objetiva, que te pongas en su piel e identifiques qué bloqueos mentales va a generar en el de enfrente tu forma de expresar esa posible oferta porque el dominio de este paso es clave para mantener fría la actitud, pero es la clave también para mantener abierto el puente en la voluntad de entenderse. Haz el ejercicio que quieras, me da igual si meditas o si le pegas a un saco de boxeo, o si corres una maratón antes de cada negociación, no me importa, pero centra tu lenguaje y centra tu pensamiento en pensamientos limpios y positivos o tu verbalización será neutra o negativa y estarás generándote dificultades en cualquier proceso de presentación de tus ideas.
Piensa en positivo, verbaliza en positivo